El Presidente tenía un camarada, entre todos el mejor. Se llama Gabilondo, “Gabi” para sus amigos. Como no podía ser menos lo nombro candidato para la Comunidad de Madrid y le dio su apoyo personal y del partido con el fin de desplazar a la candidata del PP, por lo demás la más crítica con su gestión y con su manejo de la pandemia.
Ángel Gabilondo
Como Gabilondo es un triste incapaz de ganar, por si solo, unas elecciones, el Presidente, en un gesto desinteresado se ha lanzado de lleno a la campaña política por la presidencia de la comunidad de Madrid. Da la impresión que es él y no Gabilondo, quien se presenta. Sale más a la calle, da más mítines, sale en televisión durante los actos y todos los encontronazos con la candidata opositora, los tiene él.
Por si fuese poco ha echado mano de sus pesos pesados, primero el mas odiosos para los madrileños. De entrada el antiguo ministro de Sanidad, Salvador Illa, desplazado también a Madrid hacer campaña. Se ha saltado el confinamiento catalán, la prohibición de salir de su autonomía, eso si ha venido a explicar a los madrileños lo que el no supo hacer para manejar la pandemia, ni el estado de alarma ni nada.
Por si fuese poco ha echado mano de sus pesos pesados, primero el mas odiosos para los madrileños. De entrada el antiguo ministro de Sanidad, Salvador Illa, desplazado también a Madrid hacer campaña. Se ha saltado el confinamiento catalán, la prohibición de salir de su autonomía, eso si ha venido a explicar a los madrileños lo que el no supo hacer para manejar la pandemia, ni el estado de alarma ni nada.
Salvador Illa.
Tal vez, piensa uno, llego a Madrid aprender los conceptos sanitarios que el desconocía y nunca se preocupó en aprenderlos.
Reyes Maroto
Como pese a todos estos esfuerzos la candidatura de Gabilondo no terminaba de convencer a los madrileños, ya que las encuestas la daban perdedora, el Presidente promete desprenderse de otro de sus bastiones y le ofrece a la ministra Reyes Maroto como segunda en el futuro gobierno de la Comunidad.
No sé si todo lo hacen con el propósito de que Gabilondo pierda. La semana anterior, la ínclita ministra había aireado su deseo de elevar el nivel impositivo a los madrileños, de subirles los impuestos y defendía « no bajarles el IVA turístico».
No sé si todo lo hacen con el propósito de que Gabilondo pierda. La semana anterior, la ínclita ministra había aireado su deseo de elevar el nivel impositivo a los madrileños, de subirles los impuestos y defendía « no bajarles el IVA turístico».
Entre los dos desean bajar los impuestos a los catalanes y subirselos a los madrileños. Buena jugada
Pues, no sé, sí que la piña creada alrededor del candidato lo hará subir al cielo, como quería su amigo Pablo Iglesias, o hundirse en los infiernos. Mayo, ese mayo florido y hermoso, nos dara la respuesta.
Pues, no sé, sí que la piña creada alrededor del candidato lo hará subir al cielo, como quería su amigo Pablo Iglesias, o hundirse en los infiernos. Mayo, ese mayo florido y hermoso, nos dara la respuesta.
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