El horario valle, nos hunde

Cada vez estoy más convencido que nuestros ministros, cualquiera de ellos, cuando se reúnen en el Consejo con el Presidente Sánchez, o beben, o se drogan o están fumados hasta las cejas.
No ha pasado una semana de junio y ya volvemos a estar liados con la nueva tarifas de luz que se aprobaron en ese tan pintoresco camarote de los hermanos Marx que es como se auto denominan las reuniones semanales de los prebostes de la patria.
Aun con la salida del macho alfa de Podemos que, al parecer, les distraía, a todos, de cumplir con lo que prometieron cumplir, lo que allí se elabora y luego sale en el Boletín Oficial del Estado, ni es correcto, ni está bien ni se ajusta a la legislación y al estado de derecho actual del País.

María Jesús Montero

El cambio de la tarifa de la luz en España, que entró en vigor el pasado 1 de junio, se basa en la discriminación horaria en términos de energía y potencia. Por lo tanto, el precio a pagar será diferente en función de la hora de consumo. El horario valle (precio más barato) es de 00:00 a 08:00 horas de lunes a viernes y a cualquier hora de los fines de semana, de forma que ya hay quienes piensan que la mejor forma de ahorrar dinero es poner la lavadora de madrugada.
Sin embargo, en muchas ciudades de España, como es el caso de Cuenca, Barcelona, Zaragoza, Valencia o Castellón, tienen ordenanzas municipales que les prohíben encender electrodomésticos ruidosos de noche, en la mayoría de los casos, entre las 23:00 horas y las 8:00, justo durante las horas que ahora son de coste más barato.

Lavado nocturno

Hay que tener en cuenta que, como norma general, no deben superarse de noche los 45 decibelios de ruido. Una lavadora normal y actual durante el ciclo de lavado alcanza 46 decibelios de ruido en el mejor de los casos. Pero cuando empieza el programa de centrifugado, el ruido aumenta y oscila entre los 58 y 70,5 decibelios. Esto puede conducir a que si se programa la lavadora en el horario de tarificación más barato, en caso de que algún vecino te denuncie o los agentes municipales detecten que se está superando el umbral de sonido permitido para las horas nocturnos, seas multado con hasta 3.000 euros, dependiendo del municipio y la intensidad de la molestia.
En ello estamos. O pagamos multa por las molestias causadas al personal o utilizamos las tarifas eléctricas más caras.
Ante ello el gobierno pone cara de póker, se enroca y no dice nada. Que se fastidie el contribuyente que para eso esta. Para vivir como reyes estamos nosotros. Para eso nos votaron.