Ya no me cabe la menor duda. En los Consejos de Ministros se dedican a beber, pero a beber a base de bien. Luego salen los ministros, algo bebidos y no dicen más que tonterías propias de su estado etílico. La buena de la Vicepresidenta Calvo, sin duda arrastrando las consecuencias de aquel virus mal curado consecuencia de la manifestación del 8-M del pasado año, como es incapaz de razonar el porqué de la desmedida subida de la electricidad, sorprende al personal explicándole, con todo tipo de detalle, diciendo, entre otras lindezas que “el tema de la elevada tarifa no está en función de a que hora se plancha, sino de quien plancha”
Carmen Calvo
Ahora, los machos de su especie, como su Presidente y su ya eliminado de la política, tal vez por ese motivo, Sr. Iglesias, son los responsables del alza de las tarifas eléctricas.
Según su docta opinión, ahora que ya no existe toque de queda, solo la especie masculina debe regresar a su casa a las doce para, entonces poderse dedicar a las funciones propias de su especie: lavar, planchar, cocinar, fornicar y con ello lograr que su tarifa eléctrica caiga de forma vertiginosa.
Muy astuta la ministra.
Pobrecita la doncella. En su caso, divorciada de noble abolengo, no tendrá nadie que le haga las labores dementicas y su hogar se asemejara a un cuchitril porcino repleto de basura y mal olor. Eso si con un mínimo gasto de electricidad, ahorrando para que el resto de españolitos de a pie podamos derrochar dinero a manos llenas.
Señores ministros, mejor no beban en los Consejos de Estado, acuérdense de que el alcohol es muy perjudicial para la salud y, como nosotros si somos buenos, deseamos que nos duren muchos, pero que muchos años.
Según su docta opinión, ahora que ya no existe toque de queda, solo la especie masculina debe regresar a su casa a las doce para, entonces poderse dedicar a las funciones propias de su especie: lavar, planchar, cocinar, fornicar y con ello lograr que su tarifa eléctrica caiga de forma vertiginosa.
Muy astuta la ministra.
Pobrecita la doncella. En su caso, divorciada de noble abolengo, no tendrá nadie que le haga las labores dementicas y su hogar se asemejara a un cuchitril porcino repleto de basura y mal olor. Eso si con un mínimo gasto de electricidad, ahorrando para que el resto de españolitos de a pie podamos derrochar dinero a manos llenas.
Señores ministros, mejor no beban en los Consejos de Estado, acuérdense de que el alcohol es muy perjudicial para la salud y, como nosotros si somos buenos, deseamos que nos duren muchos, pero que muchos años.
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