domingo, 2 de abril de 2017

Los privilegios de las tarjetas

Hace años vine a vivir a Oviedo y, en esa misma fecha, aparque por siempre, mi vehiculo. El entonces alcalde estaba haciendo una ciudad para caminar, ir a pie de un lugar a otro, dejar los coches en los garajes.
Salvo algún que otro fin de semana el aparcamiento en la calle era fácil y sino también existían muchos aparcamientos subterráneos publicos y privados.
Hoy, pasados los años todo sigue igual. No obstante los políticos de turnos están empeñados en crear un problema existencial donde antes no lo había.
Llevo una semana leyendo y leyendo el uso, que al parecer, no abuso, de ciertas tarjetas, que el Ayuntamiento otorga, para favorecer la circulación y los aparcamientos a los rectores de algunas instituciones. Si, lo he escrito bien, es el Ayuntamiento quien las otorga, no yo ni usted probo ciudadano de a pie,  ni las monjitas de las Ursulinas, es el cabildo municipal, hoy regido por el tripartito comandado por el Sr. Alcalde del PSOE.
Si la matemática no falla, ese dinámico equipo lleva casi dos años en el poder y, hasta hoy no se ha dado cuenta que es el quien las otorga.
Porque echa en cara a la judicatura, al clero, al gobierno anterior, a la oposición,  que las tenga y las use, no ha sido el quien se las ha dado. Y si no lo fue ¿Qué ha estado haciendo en estos dos años para no haberse dado cuenta del hecho?, Calentar el sillón.
Sr. Alcalde utiliza usted muy malas maneras. Su enfado con la judicatura y la oposición, o su consabido espíritu anticlerical no son motivos suficientes para esgrimir este tipo de tarjetas como arma arrojadiza contra ellos. Tenga en cuenta que casi todos tienen chóferes asignados a su cargo y las consabidas tarjetas deben pasárselas por el mismísimo “arco del triunfo”.
De cualquier modo, como dije al inicio, Oviedo es una ciudad para caminar y bien por ello usted protesto durante un montón de legislaturas.