Los mandatarios del Municipio
de Zaragoza, tal vez por seguir lo que decía Zorrilla de ellos, en su obra “La
venganza de Don Mendo”: “Aragonés, antipático
y zumbón…” y sobre todo para ahorrar algunos pecunios
a las arcas municipales y no gastárselas así en viajes privados, colonias personales
y auto bombo en los medios locales de comunicación, no ha tenido mejor ideas
que fijar los revestimientos del suelo urbano, con la clásica cinta americana. Sabíamos
que era buena, pero no hasta esos extremos.
Confiemos que nuestros
dirigentes municipales del Tripartito Ovetense, no sigan, como borregos, las
iniciativas de los aragoneses, aun
siendo, como ellos del mismo pelaje.
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El uso chapucero de la cinta aislante
pone en apuros al alcalde de Zaragoza (**)
·
El PP
arremete contra el gobierno municipal de Santisteve por usar cintas adhesivas
para remendar aceras rotas
Fotografía facilitada
por el PP de una de las aceras de Zaragoza remendada con cinta aislante
A la clásica y versátil cinta aislante se le ha
encontrado un nuevo uso en Zaragoza: arreglar aceras. A falta de baldosas y
cemento para remendar socavones en la vía pública, la cinta aislante hace las
veces de apaño temporal. Son varios los puntos de la ciudad en
los que ha quedado visible la curiosa estampa, que ha sido denunciada por el PP
como una muestra más del «continuo desatino» de la gestión de Pedro Santisteve, alcalde
por la coalición Zaragoza en Común (ZEC), formada por Podemos e IU.
Lo de la cinta aislante, según el PP, es la «guinda
del despropósito» frente al «lamentable estado» en que se encuentran «buena
parte de las aceras de la ciudad», con desperfectos que salpican desde grandes
vías del centro neurálgico de la capital aragonesa hasta calles a lo largo y
ancho de todo su casco urbano.
Lo de la cinta aislante es, para la oposición
municipal, más que una anécdota puntual. Es -argumenta el portavoz adjunto del
PP, Pedro Navarro- un «fiel reflejo del abandono que están sufriendo los
problemas del día a día de los zaragozanos». «Mientras ZEC pierde el
tiempo con sus fantasías políticas, los baches y agujeros se multiplican en la
ciudad y la policía recurre a la cinta aislante para reparar las aceras»,
denuncia este edil.
Baldosas rotas y agarradas con cinta aislante junto a una zona de
juegos infantiles en el centro de la ciudad
En realidad, más que un remiendo es una advertencia. O
las dos cosas a la vez. La cinta aislante de la Policía Local hace
ambas funciones: alerta al peatón de que el suelo está deteriorado en ese punto
y, de paso, agarra lo que queda de pavimento o baldosas como provisional y
chapucero parcheo.
Según Pedro Navarro, «nunca Zaragoza había ofrecido
una imagen tan desoladora como consecuencia de la falta de inversiones y del
deterioro de los servicios públicos básicos». El portavoz adjunto del PP en
Zaragoza considera que, en el caso de ZEC y de la capital aragonesa, lo de «los
gobiernos del cambio» se ha cumplido en negativo: «un verdadero cambio, pero a
peor, con una ciudad más abandonada donde los problemas reales de los
zaragozanos han pasado a un cuarto plano».
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