El cambio político resulto
ser esto, tres formaciones que, aun teniendo mayoría municipal, ni se hablan,
ni gobiernan, ni son capaces de aprobar el presupuesto anual. Es mas, son tres
equipos de poder cuyo máximo anhelo es ponerse zancadillas unos a otros por ver
quien sale peor parado. Tal vez es lo único que saben hacer. Lo de trabajar,
pactar, dialogar, no se lo enseñaron en la escuela.
Foto La Nueva España. El Alcalde (PSOE)
con Ponton (IU) y Tabeada (Somos)
Pero en cambio si saben echarles las culpas a… bueno
a todos. Primero a los anteriores, muy agudos ellos y muy malos aquellos, luego
a los reveses judiciales, muy torpes, por último a las conspiraciones judéo-masónicas
que los persiguen hasta la saciedad
Foto La Nueva España. Acuerdo político
presupuestario del 18 de Noviembre
No dicen que son los que un
día anunciaron, a bombo y platillo, unas cuentas municipales de las que mas
tarde renegaron y que ahora prometen que, tal vez, eso si, con mayoría absoluta,
aprobaran en Febrero del 2017.
Se olvidan, o nunca supieron
que es trabajar en equipo, no es poniéndose unos a otros como hoja de perejil. Es un
Tripartito, como dice un periodista “sin sintonía”, en guerra abierta entre ellos, tal vez siguiendo el ejemplo de
los mayores de Somos en Madrid.
Aun continúan sin darse
cuenta que ya gobiernan y que la calle no es ahora su tribuna pública, ahora lo
son las instituciones y, para que funcionen, hay que trabajar.
Al final resultara que la
culpa, de todo lo que no saben hacer, es solo y exclusivamente de los
ciudadanos, por haberles votado, a ellos, a los más incompetentes, a los que a
duras penas, como dicen los castizos, no saben hacer lo “O” con un canuto.
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