Se crea o no entre las
asociaciones en defensa de estos animalillos han empezado a surgir slogans como
el que de forma grafica muy expresiva ha plasmado nuestro amigo Alfredo Enguix.
“Adóptalos ya”, en vista que la Administración nos recomienda que aprendamos a
convivir con ellos.
Después
vinieron los osos. Nos inmiscuíamos en su entorno natural y se prohibieron las
carreras populares en montaña, ya que el bullicio de las mismas alteraba la paz
y espíritu de los mismos, sobre todo a la hora de copular.
Pero
ahí no acaban las cosas. Ahora debemos hablarles: - Hola, a donde, vais-, se debe decir cuando nos encontremos con
ellos en el bosque. Yo recomendaría no darles un besazo de hermano ni un
achuchón cariñoso, no sea que se propasen y acabemos con la cabeza, la nuestra,
en cualquier lindero.
Creí
que solo era mi generación, quien se pasaba las horas muertas ante la
televisión viendo al oso Yogui en su parque de Jellystone huyendo de los
torpes guardabosque y robando cestas de meriendas de los cándidos acampados,
los actuales no son iguales. Hay que
recordarles que aquel era un comic de ficción y los que tenemos por aquí
son plantígrados reales de más de dos metros de alto, que no dicen ni por
asomo:”Hola Yogui, como estas”
Ahora les toca a las
vacas. Se debe ser higiénico con ellas, es más, la natación, mejor si es
sincronizada, son actividades ideales para la buena crianza de estos rumiantes.
Dos horitas de baño, a
preferir en piscina climatizada, un masaje relajante y, a vivir que son dos
días.
Los nuevos populismos y la proliferación de
asociaciones animalitas están llegando a límites inverosímiles, confió que en
bien de todos, osos incluidos.