sábado, 25 de febrero de 2017

Animalitos de Dios

Lo veía venir. Cuando hace años, viajando de Olloniego a Oviedo, se me cruzo un jabalí en la carretera, que por no estar convenientemente señalizado me lleve por delante, tuve que pagar una multa, por mis instintos asesinos, y el arreglo de chapa y pintura del coche. Meses después una serie de agentes de policía tuvieron el mismo accidente pero, afortunadamente las autoridades ya habían reglamentado las correrías de los jabalíes y, lo más importante, la prensa se había puesto de su parte. Desde entonces no es extraño verlos por las playas, extrarradio de las ciudades, carreteras, parques públicos y cualquier sitio donde haya contenedores de basura de donde obtienen, una vez destruidos, suculentos manjares.
Se crea o no entre las asociaciones en defensa de estos animalillos han empezado a surgir slogans como el que de forma grafica muy expresiva ha plasmado nuestro amigo Alfredo Enguix. “Adóptalos ya”, en vista que la Administración nos recomienda que aprendamos a convivir con ellos.
Después vinieron los osos. Nos inmiscuíamos en su entorno natural y se prohibieron las carreras populares en montaña, ya que el bullicio de las mismas alteraba la paz y espíritu de los mismos, sobre todo a la hora de copular.
Pero ahí no acaban las cosas. Ahora debemos hablarles: - Hola, a donde, vais-, se debe decir cuando nos encontremos con ellos en el bosque. Yo recomendaría no darles un besazo de hermano ni un achuchón cariñoso, no sea que se propasen y acabemos con la cabeza, la nuestra, en cualquier lindero.
Creí que solo era mi generación, quien se pasaba las horas muertas ante la televisión viendo al oso Yogui en su parque  de Jellystone huyendo de los torpes guardabosque y robando cestas de meriendas de los cándidos acampados, los actuales no son iguales. Hay que  recordarles que aquel era un comic de ficción y los que tenemos por aquí son plantígrados reales de más de dos metros de alto, que no dicen ni por asomo:”Hola Yogui, como estas”
Ahora les toca a las vacas. Se debe ser higiénico con ellas, es más, la natación, mejor si es sincronizada, son actividades ideales para la buena crianza de estos rumiantes.
Dos horitas de baño, a preferir en piscina climatizada, un masaje relajante y, a vivir que son dos días.
Los nuevos populismos y la proliferación de asociaciones animalitas están llegando a límites inverosímiles, confió que en bien de todos, osos incluidos.

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