dice una de las leyes de
Murphy que, en castellano antiguo, se traduce por:”Los problemas nunca vienen solos”. Que bien la deben saber los
miembros del Tripartito y que pocas excusas pueden poner a los hechos.
De un tiempo a esta parte en
Oviedo hay incendios. Lo peor no es que el fuego se lleve inmuebles y
mercancías, lo inadmisible es que también se lleva vidas humanas y esto si es
realmente malo, sobre todo para quienes la obligación de evitarlo con aquellos
medios humanos y materiales, que su jerarquía les tiene asignados y que por sus
cargos tiene la obligación de planificarlos, valorarlos y presupuestarlos
El Personal del Servicio de
Extinción de Incendios y Salvamentos (SEIS), cuyos hombres y mujeres, al
parecer olvidados por el actual equipo de gobierno del ayuntamiento, son
quienes luchan diariamente contra el fuego y hacen posible que, a veces con
riesgo de su vida, los daños hacia la
ciudadanía se aminoren.
Son imprescindibles, tanto en
épocas de bonanza como en las crisis y
por ello debe cubrirse su infraestructura y que su labor
sea óptima y segura. Hay que
definir y completar equipos de trabajo,
tener al día su formación, operativos los hidrantes y actualizados sus
sevicias sociales: horarios, oficinas, salarios, dietas, pluses reuniones, etc.
Mucho me temo que si no
tenían el “Gasto: Bomberos” debidamente
explicitado en aquellos, deberán reestructurarse y, a la larga, retrasarse. Alargar
la puesta a punto de un servicio que la ciudadanía demanda y que los SEIS
precisan como agua de Mayo.
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