Entre damas anda el juego.

Dos mujeres, dos ministras; una de centro izquierdas y otra de extrema izquierdas. Las dos, para bien o para mal, son las responsables de la evolución del paro y el trabajo durante esta horrible legislatura que se nos avecina. Ambas, según los comentarios más generalizados, saben leer, han pasado por la universidad, pero, desgraciadamente tienen enfoques político-laboral-económico, muy diferentes. Eso sí, ninguna de las dos ha creado un puesto laboral en su vida.
Y en estas nos movemos. Donde una ve la luz, la otra, la negra oscuridad, donde una observa una caída la otra contempla un ascenso, cuando la realista percibe un porvenir malo e inseguro, la otra, sin explicar el porqué, habla a los espsñoles de un futuro amanecer glorioso.

Nidia Calviño

Hoy han salido las cifras oficiales y vemos, con tristeza que, el paro se estabiliza en cuatro millones de personas, 400.000 más desde el inicio de la pandemia hace un año y el mercado laboral sigue sin dar señales claras de recuperación, con 401.000 parados más que en marzo del año pasado, cuando comenzó la pandemia. La recuperación económica no ha aparecido en el primer trimestre de 2021 y, un año después de la llegada de la primera ola de contagios y restricciones del coronavirus, el mercado laboral sigue manteniendo un balance negativo. Un año después del primer impacto del coronavirus sobre el empleo hay 401.000 parados más, con otras 743.628 en ERTE y 470.000 trabajadores autónomos en cese de actividad.
Estas cifras son de malas a muy malas para Calviño y esperanzadoras para Díaz. Así es la vida.
Quizás la diferencia de criterios entre las dos vicepresidentas esté en la referencia temporal que se tome para comparar o en la velocidad de recuperación. Lo que es evidente es que Yolanda Díaz hace una lectura mucho más positiva que la de Calviño, que ayer adelantó que la situación del mercado laboral conduciría a una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento del PIB este año.

Yolanda Díaz

La muy boyante sucesora de Iglesias, ahora en campaña electoral, anda perdida en el charco, para ella desconocido, de la creación de empleo, puestos de trabajo y riqueza, lo suyo era, y sigue siendo , protestar y protestar contra lo que funciona,
No menciona, como si lo hacen todos los expertos, el hecho de vincular la recuperación del mercado laboral a una aceleración del calendario de vacunación ya desde este mes para poder desescalar las restricciones de movilidad y horarios que frenan la actividad económica. Es una incógnita la velocidad a la que se llevará a cabo esta campaña, que desde el punto de vista del empleo tiene como importancia crítica de cara a la temporada alta de verano. Por eso, sigue en el aire qué sucederá con el actual esquema de protección de rentas de trabajadores que vence el próximo 31 de mayo. La intención declarada por Calviño es negociar un esquema de transición hacia la normalidad lo que, traducido, significa una permanencia de estas herramientas de protección y flexibilidad como alternativa a los despidos aunque con unas condiciones distintas a las actuales.
En esto están las dos damas del Consejo, hablando, hablando para al final no resolver nada y no salir del abismo en el que está, en este momento, el trabajo y la economía de nuestro país.