El Presidente de nuestra Comunidad, la asturiana, hace, a pies juntillas, lo que le indica el Presidente de la nación y, por ende el mandamás de su partido, el PSOE: Mentir. Si, no lo he escrito mal: engañar a sus ciudadanos en todo lo relativo a la pandemia y su evolución.
Hace unos días, cuando la prensa analizaba la lentitud en distribución de las vacunas, el astuto del Presidente, en rueda de prensa comunico que Asturias vacuna más que toda la UE, que ha batido el record en un solo día de inoculaciones, que las vacunaciones han empezado a inyectarse a mayores de 65 años y que para el verano estará ya inmunizada el 75 por ciento de la población asturiana.
Adrián Barbon
Sin duda son noticias encaminadas a levantar el ánimo del personal, aunque al menos algunas sean falsas.
Yo, por ejemplo con 77 años aún no he sido notificado para mi vacunación y según el personal de mi centro médico hasta la tercera o cuarta semana del mes, no se hará.
Lo que Adrián no ha explicado muy bien a sus ciudadanos es esa normativa tan curiosa por la cual cualquiera de nosotros puede salir a Cudillero a tomarse unas “sidrinas” y, sin embargo, no puede quedarse a dormir en esa localidad. Con la lógica que tal norma conlleva la inmensa mayoría de hosteleros protestan entre la indignación y la resignación: “Es un chanchullo” claman ante la autoridad, que, como recomienda el Presidente se calla y hace oídos sordos.
El Sr. Barbón, no obstante lo tiene todo previsto. Ante la dudosa y controvertida norma, ya publicada en el BOE, pero aun sujeta a confirmación, de usar mascarillas en las playas y ante la queja de la ciudadanía por tal absurda norma, ha lanzado al mercado la “mascarilla centollo” ideal para toda la costa astur en donde no solo se podrán utilizar tales crustáceos para su degustación sino, en vez de desechar el caparazón este servirá de eficaz mascarilla playera.
Yo, por ejemplo con 77 años aún no he sido notificado para mi vacunación y según el personal de mi centro médico hasta la tercera o cuarta semana del mes, no se hará.
Lo que Adrián no ha explicado muy bien a sus ciudadanos es esa normativa tan curiosa por la cual cualquiera de nosotros puede salir a Cudillero a tomarse unas “sidrinas” y, sin embargo, no puede quedarse a dormir en esa localidad. Con la lógica que tal norma conlleva la inmensa mayoría de hosteleros protestan entre la indignación y la resignación: “Es un chanchullo” claman ante la autoridad, que, como recomienda el Presidente se calla y hace oídos sordos.
El Sr. Barbón, no obstante lo tiene todo previsto. Ante la dudosa y controvertida norma, ya publicada en el BOE, pero aun sujeta a confirmación, de usar mascarillas en las playas y ante la queja de la ciudadanía por tal absurda norma, ha lanzado al mercado la “mascarilla centollo” ideal para toda la costa astur en donde no solo se podrán utilizar tales crustáceos para su degustación sino, en vez de desechar el caparazón este servirá de eficaz mascarilla playera.
Protección asturiana
Como ve, amable lector, nuestro Presidente autonómico esta, como debe ser, por el bienestar de su pueblo y por favorecer los sectores de la hotelería, la restauración y la salud, y, como no de seguir lo que dictan, desde Madrid, la Ministra Darías y el Presidente Sánchez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario