¿Porque
los políticos tienen tan poco pudor para reconocer que han mentido? Porque han
estado un montón de meses sin decir la verdad. Quien tiene que responder por
las muertes habidas son ellos, en primera persona.
El
decir eso de;”No sabía”, “Nadie me lo dijo” “La culpa la tiene la Guardia
Civil, por cumplir con su labor”, eso ya no sirve. Ahora debían aplicarse el
dicho “Cuanto más alto salta el mono más
se le ve el culo”, ya que a ellos no solo el culo, sino la falta de
vergüenza, el hazmerreír de chinos, y franceses.
Señores
gestores de esta crisis, desde el Presidente hacia abajo, si lo que publica La
Razón, y trascribo es cierto, debían dimitir todos y pedir perdón a los
españoles, más que nada a las familias de los fallecidos. Si es mentira y La
Razón publica bulos infundados debería aplicársele con rigor el peso de la ley.
Yo veo pocas disyuntivas. Ante esto no se puede divagar, marear la perdiz o
mirar hacia otro lado.
“El pasado 24 de
enero, apenas once días después de que Salvador Illa tomara posesión de su
cargo, el Ministerio de Sanidad hacía público un informe de carácter técnico
sobre el nuevo coronavirus que ya entonces golpeaba a China.
El documento,
titulado “Procedimiento de actuación frente a casos de infección por el nuevo
coronavirus (2019-nCov)” es el primero
de los textos que elaboró este departamento sobre la amenaza que tarde o
temprano podía llegar a España y, posiblemente, el más detallado de
todos los que Sanidad ha elaborado sobre las medidas que tendrían que haberse
adoptado para evitar la propagación del patógeno en nuestro país. El Ministerio decidió borrarlo de su web el
pasado 30 de marzo, una vez declarado el estado de alarma en España, día
en el que España contabilizaba ya 7.340 fallecidos por la enfermedad. Hoy, la
cifra alcanza los 27.117 muertos, después de la última depuración estadística
realizada por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias que dirige
Fernando Simón.
El informe
consideraba que la amenaza era tal, que estableció incluso un procedimiento
para notificar “de manera urgente” los
casos en investigación y los casos confirmados desde las unidades de
salud pública de las autonomías al centro de alertas de Simón y al Centro
Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III. Proponía, además,
aislar los casos y someter a vigilancia a los contactos de los mismos, con el
fin de evitar la propagación. También recomendaba separar a los pacientes infectados del resto en las urgencias de los
hospitales, y recordaba que los coronavirus se transmiten principalmente
por las gotas respiratorias de más de cinco micras y por el contacto directo
con las secreciones infectadas. Lo
hacía un mes y medio antes de que, paradójicamente, el propio Ministerio avalara
las concentraciones feministas del 8 de marzo, a las que acudieron
centenares de miles de personas. Finalmente, recomendaba reforzar la seguridad
de los sanitarios con equipos de protección y materiales que, también de forma
sorprendente, el departamento que dirige Salvador Illa no empezó a adquirir
hasta el mes de marzo, cuando la infección ya estaba propagada en España.”*
*Sergio Alonso. La Razon
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