Bueno,
serán algunos, algunos de esos cientos de consejeros que nuestro muy querido
Presidente ha querido contratar en esta época de penuria económica que a todos,
menos a ellos, nos afecta.
Yo,
por ejemplo, no estoy saliendo más fuerte, eso sí, más gordo pues llevo, ni se
sabe cuánto, amarrado a la silla del ordenador; mi suegra, que dios cuide por
muchos años, se ha pasado toda la Alarma haciendo crucigramas, sopa de letras,
palabras cruzadas, ya la pobre no tiene revistas especializadas ni puede salir
a la calle a comprar más, otro problema.
Tampoco
está más fuerte. Ha ido a la revisión médica del corazón y le ha subido el
sintron. Un palo para ella. Ni puede pasear, ni ir al baile con las amigas, ni
vivir en su casa.
Y
mi señora, que decir de mi santa esposa. No trabaja, no cobra, debe cuidar a
dos mayores problemáticos, le han suprimido los programas televisivos que le
daban la vida y por último, día si día también, nuestro muy amado Presidente
nos larga un sermón casi eclesiástico para no decirnos nada. Eso sí nos
explica, a nosotros los asturianos,
quienes más nos gastamos en salud y, en consecuencia quienes mejor estamos
llevando esta pandemia, que será a quienes menos dinero enviara para iniciar el
proceso de recuperación económica. Así se escribe la historia eso que le
votamos y nuestro Presidente autonómico es, como él, del PSOE.
Por
último, nadie de ese ejército de sabios, nos habla del mañana, del enorme paro,
de la gigantesca deuda, de la creación de empleo, de las pensiones. Se ha
olvidado el Gobierno de eso, solo piensa la Sra. Calviño, que puede pasarle lo
de Solbes, que la echen del Gobierno. País, País.
Pero,
saldremos más fuertes, yo no. En mis horas de siesta sueño que saldremos, los
que salgan, diferentes, ya no habrá besos ni abrazos, ni alboroto en el futbol,
ni bares ni copitas en la barra, pero el Gobierno seguirá explicándonos en la
tele que sí, que saldremos más fuertes.
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