viernes, 4 de junio de 2021

De aquellas balas llegaron estos vetos

Qué difícil es decir, después de haber hablado, escrito, vociferado en el Congreso y en las diferentes tribunas públicas del país, que había sido, no ya la extrema derecha, sino la derecha del centro, la moderada o cualquier otra, quienes les habían enviado, a Pablo Iglesias, al ministro Marlasca y a no sé cuántos prebostes de la izquierda en el poder, cartas con balas militares, enmascaradas en papeles de seda como forma clara y precisa de un ataque de odio, al descubrirse que aquello era una fragante mentira urdida por ellos mismos, cuando ahora, pasadas las elecciones en la Comunidad de Madrid, y haberlas perdido, se descubre el pastel burdamente fraguado por sus cloacas partidistas que todo el apaño de las balas y los sobres, fue una enorme mentira, otra mas de las muchas ideadas, escritas y defendidas por ellos durante toda la pandemia.


Patricia Blanquer

Txema Guijarro
Ahora que la justicia les ha dejado con sus vergüenzas al aire y Congreso les pide responsabilidades, los portavoces del PSOE y Podemos (un par de segundones desconocidos, Patricia Blanquer y Txema Guijarro) vetan la comparecencia del presidente de Correos por las cartas con balas.
Las bancadas en el poder retan al PP a que «si tienen algo que denunciar» acudan los tribunales y los morados creen que el Congreso no es el lugar para conocer lo que pasó con las dichosas balas.
Eso si, es el lugar para discutir, votar y atacar sobre el sexo de los ángeles o sobre la inteligencia policial de hace más de veinte años.
Cuando, al margen de la pandemia, del paro y de la crisis económica, resulta que se ponen a discutir sobre sus mentiras, enfangando en ellas a Correos y sus funcionarios.
Los españoles seguimos sin saber el ridículo espantoso de nuestro Gobierno y Marruecos, de los desplantes e insultos de la ministra marroquí contra nuestra Ministra, las idas y venidas del Presidente del Polisario a nuestro territorio y las invasiones territoriales de Ceuta por bandadas de insurgentes marroquíes, con miles de niños como escudo de protección.
En esa estamos, enfangándonos en estos barros frutos de la mentira, el desgobierno y los desconocimientos de ese “camarote de los hermanos Marx, que es el Consejo de Ministros “incapaz de manejar los problemas de estado que se acumulan sobre su mesa.

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