De entrada no viene mal recordar brevemente el muro argumental que levantó el Supremo para rechazar los indultos:
2) No hay prueba o indicio de arrepentimiento por parte de ellos.
3) Pretenden que el Gobierno corrija la sentencia dictada por el Tribunal Supremo.
4) La administración penitenciaria ha entorpecido el cumplimiento de los fines de la pena
5) La amnistía, que ayer mismo reclamaba Junqueras, es un desenfoque sin precedentes en los archivos del Tribunal Supremo.
Pero ante doctrina judicial, en principio de obligado cumplimiento, el Gobierno del Sr. Sánchez no tiene ningún pudor en saltársela y aplicar los indultos, dados exclusivamente para mantenerse el en la poltrona
Sr. Sanchez
Los indultos los van conceder contra el criterio del Supremo, de la Fiscalía, de la Abogacía del Estado y del conjunto de la sociedad. Sánchez promueve los indultos para mantenerse en el poder, pero puede estar cavando ya su fosa política.
Curiosamente y pese a sus reiteradas ofertas de generosidad, son los propios catalanes, por una razón u otra, quienes más le silban, le gritan y le insultan.
Tiene tanto miedo que se desplaza a Cataluña, al Palau, para anunciarlos, en vez de hacerlo en el Congreso de los Diputados.
Le apoyan, si, los presidentes autonómicos tan meapilas como el, léase, Asturias, Valencia y Extremadura, el resto ponen en duda, como el resto de españoles, la bondad de la medida
Los indultados, se alegran, no por salir de chirona, sino, como pregonan a voz en grito, por estar negociando con un Gobierno débil, sin fuerza moral, judicial y política. Un Gobierno que se aferra con uñas y dientes a su poltrona, al dinero que ganan y a su futuro sueldo, en cualquiera de la empresas del Ibex que recibirán como pago de tal espantoso mandato
Curiosamente y pese a sus reiteradas ofertas de generosidad, son los propios catalanes, por una razón u otra, quienes más le silban, le gritan y le insultan.
Tiene tanto miedo que se desplaza a Cataluña, al Palau, para anunciarlos, en vez de hacerlo en el Congreso de los Diputados.
Le apoyan, si, los presidentes autonómicos tan meapilas como el, léase, Asturias, Valencia y Extremadura, el resto ponen en duda, como el resto de españoles, la bondad de la medida
Los indultados, se alegran, no por salir de chirona, sino, como pregonan a voz en grito, por estar negociando con un Gobierno débil, sin fuerza moral, judicial y política. Un Gobierno que se aferra con uñas y dientes a su poltrona, al dinero que ganan y a su futuro sueldo, en cualquiera de la empresas del Ibex que recibirán como pago de tal espantoso mandato
Indultados
Falta Puigdemont que aún vive en su palacete belga pagado con fondos de la Generalitat, fondos españoles. Que estará maquinando el bueno de Sánchez para que tal delincuente coma las uvas, no en la cárcel como lo han hecho los hoy indultados, sino en alguna villa de la Costa Brava riéndose del gobierno, flojo, débil, sin criterios ni capacidad de mando.
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