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El Ayuntamiento se
encargaba de vacunarle, desparasitarle y darle un buen baño. Cuando se terminaba de “acicalarle” era puesto
nuevamente en libertad.
Incluso saludó al
alcalde a la entrada del Campoamor, en la entrega de los Premios Príncipe de
Asturias.*
De aquellas lluvias de
entonces tenemos hoy los lodos que nos embarran. Antes, del alcalde hasta el último ovetense, cuidaba de su ciudad
y de la fauna que la poblaba; hoy el tripartito, que la gobierna, demasiado
complejo, con muchos cargos y escasa capacidad gestora, sigue, sin interés
ninguno, al rastro de lo ya hecho por cabildos anteriores.
Se aplicara “una vigilancia extrema”
sobre la gestión del albergue municipal de animales de La Bolgachina,
dice la Concejala
del Ayuntamiento de Oviedo, eso si, una vez que se adjudique el nuevo contrato,
que Dios sabe cuando será.
Mientras tanto la ciudadanía
protesta contra la cantidad de heces caninas que día a día aparecen en las
calles sin que el municipio haga nada para solucionarlo, nada más que enviar a
la policía, sin duda por evitar cualquier manifestación canina.
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Es que trabajan mucho, pero
mal. El eficaz gobierno del tripartito
va camino de prorrogar un año mas los presupuesto… ¿no sabe hacerlos?, con el
perjuicio ciudadano que ello representa.
Mas trabajar sobre la
economía local a corto y largo plazo que sobre la problemática canina, antaño
resuelta, luego destruida por ellos y ahora a la espera de alguna decisión
divina la arregle contra su voluntad..
Notas y
fotos
**Phttps://blog.pacma.es/2014/rufo-el-perro-de-Oviedo/
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