sábado, 28 de noviembre de 2020

Tortilla de patatas (Mr.26)

El secreto de mi felicidad está en no esforzarse por el placer, sino en encontrar el placer en el esfuerzo.
André Giide.
Para crear hay que aburrirse.
Pete Weir
Mi comida favorita, como supondrá el lector, es la tortilla de patatas. No solo es mi bocado por excelencia, además, con la modestia que me caracteriza y me hace valer mucho más, me sale de maravilla.
Según cuentan mis padres mi infancia la pase tomando mandarinas, sopa de ajo y tortilla, eso, por alguna razón me dejo marcado.
La recuerdo siempre. En la Escuela de Minas el pincho de la mañana era un enorme pincho. Ya trabajando, mi desayuno era café con leche y trozo de tortilla. Aperitivos, cocteles, tentempiés, siempre la reina era la tortilla.
No recuerdo cuando cuaje la primera. Si, la que me salió fatal. Mi hermana inauguraba su casa, recién casada y fui ayudar. Era cocinero, pinche, camarero, de todo. Frei la patata, batí el huevo, cuaje la tortilla y, al darle la vuelta, cayó al fregadero. Nadie se dio cuenta. La recogí y, como pude maquille el desaguisado.

Mis experiencias posteriores, cara a la galería, fueron mejores. En Ecuador, en mil novecientos ochenta y tres, durante la elección de Febres Cordero para la Presidencia de la nación, estaba invitado a seguir el recuento en La Casa Vasca, restaurante español de la capital. Cuando ya estaba claro que ganaba, el licor domino la comida. Pedí permiso para controlar la cocina y en ella, con la ayuda de dos pinches que pelaban papas y batían huevos, hice, no se sabe cuántas tortillas. Fue un éxito desde entonces me conocían por eso. ”Hacer torta de papas”
En el 2002, en Costa Rica durante las elecciones municipales, apoyaba a la candidata del PAC (Partido de Acción Ciudadana). Durante el recuento y cuando casi se sabía que sería elegida, alguien dijo que hiciera “Torta de papas “para celebrarlo. Hice muchas. El entonces presidente y fundador en el 2002, Otón Solís me recrimino que al pelar la patata, desperdiciaba con la piel, mucha papa. Tenía razón eran las muchas ginebras que llevaba y su enfado por haber salido una mujer como alcaldesa, encima de su facción critica el, que era un machista de pro (su partido ahora en el poder lo ha sido sin el en la presidencia).
A mí, la tortilla me gusta jugosa y no muy gruesa, del tipo gallego, que dicen.
Últimamente he dejado de hacerla. Bueno, hago muchas menos. Las últimas, cuando fueron. Pues si ávido lector, me acuerdo.
En 2010 se jugó en Sud África el Mundial de futbol. La final la vimos en casa, prepare aperitivos y, como no tortilla de patatas. Gano España con gol de Iniesta, casi al final, y lo celebramos con una nueva tortilla. Esperando la siguiente, y que la veamos.

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