Si la envidia fuese tiña….

Toda esta extraña controversia que, sin duda de forma dirigida y premeditada se está montando a raíz de la vacunación de las hijas del Rey Emérito en Dubái, aparte de no estar, en absoluto, de acuerdo con ella creo que los que la han articulado están mintiendo y engañando al pueblo español y más aun a los que tenemos casi ochenta años, una enfermedad coronaria y aun no estamos vacunados.

 

Elena y Cristina de Borbon

Si Elena y Cristina de Borbón se han vacunado, mejor para ellas. Si yo lo hubiese podido hacer sin duda también lo habría hecho. Debo agradecerles, y también el resto de españoles aun no vacunados, que hayan ahorrado al pueblo dos vacunas. No como muchos políticos de la coalición de Gobierno que si se han vacunado de forma fraudulenta, robando vacunas que no les correspondían. Ellas no, con su dinero y apellido lo han hecho. No soy envidioso, soy viejo, bajito y algo calvo (sobre el sexo no hablo por no herir otras sensibilidades ) y esperare mi turno confiando que cuando lo hagan la mia sea una de las vacunas que ellas regalaron al pueblo..
Para matizar esto de forma choricera Televisan Española -TVE.1- adorna la noticia, no con una de las Infantas Leonor y Sofía, que no se han vacunado.

 

Informativos de Televisión Española

Y se quedan tan anchos, por la mañana engañando al españolito de a pie .
Para rematar la faena los partido de la coalición de Gobierno, apoyado por Mas Madrid, republicanos y separatistas echan leña a la noticia tras haberse callado anteriormente cuando se supo que un número indeterminado de mandos de sus partidos si se habían vacunado incorrectamente y, como no ni dimitieron, ni paso nada.

Pablo Iglesias e Iñigo Errejon

Los que se desgañitan protestando no hicieron lo mismo cuando Putin fue el primero en vacunarse en Rusia, ni cuando lo hizo Maduro en Venezuela, ni Johnson en Inglaterra ni el presidente de Israel en su país. Todos lo hacían por dar ejemplo.
Bocazas, callaros. Asi no se notara mucho esa envidia que acumuláis y acumuláis, envidia que os hace ver la paja el el ojo ajeno y no la viga en el propio, ese mazacote que os impide ver ver y entender el mundo en el que vivis.