Desde que Pedro Sánchez es presidente del Gobierno, la sensación sobre el portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, ha sido la de una permanente cuenta atrás para su marcha de la Asamblea.
Más bien el problema del PSOE es que su presidente odia Madrid. Nunca ha podido implantar en esa Comunidad ni sus ideas ni sus criterios. Lo peor es que se le nota mucho.
Este primer año de gobierno, con la pandemia de por medio, no ha hecho más que poner trabas y más trabas tanto a la evolución tanto al ayuntamiento capitalino como a la dirección de la Comunidad.
Esta actitud hacia lo madrileño, al margen de ganarse las antipatías de los castizos ha dejado al descubierto su inquina hacia los mismos. Su antiguo ministro de Sanidad, deformaba estadísticas, aplicaba criterios diferentes en esta Comunidad que en el resto y terminaba viendo que él era quien carecía de principios, criterios y normas.
Al final lo enviaron a ganar a Cataluña. Gano y así esta, en la oposición.
Más bien el problema del PSOE es que su presidente odia Madrid. Nunca ha podido implantar en esa Comunidad ni sus ideas ni sus criterios. Lo peor es que se le nota mucho.
Este primer año de gobierno, con la pandemia de por medio, no ha hecho más que poner trabas y más trabas tanto a la evolución tanto al ayuntamiento capitalino como a la dirección de la Comunidad.
Esta actitud hacia lo madrileño, al margen de ganarse las antipatías de los castizos ha dejado al descubierto su inquina hacia los mismos. Su antiguo ministro de Sanidad, deformaba estadísticas, aplicaba criterios diferentes en esta Comunidad que en el resto y terminaba viendo que él era quien carecía de principios, criterios y normas.
Al final lo enviaron a ganar a Cataluña. Gano y así esta, en la oposición.
Ángel Gabilondo
Con Don Ángel está pasando lo mismo. El lastre del Gobierno lo está hundiendo y el partido desea salvarlo. Pero no sabe o tal vez no pueda.
Hay que sacarlo como portavoz de la asamblea de Madrid. se pensó situarlo como futuro Defensor del Pueblo o en algún ministerio pero entre los repartos con sus socios de coalición y la complicada renovación del Consejo General del Poder Judicial, ambas posibilidades son impensables.
Lo peor es que tampoco tiene un sustituto con peso específico suficiente para hacer frente a la Sra. Ayuso ni existe en el partido suficientemente curtido para hacer dupla en el Ayuntamiento-Comunidad.
La tragedia del PSOE en estos momentos es que no dispone de un candidato claro que pudiera sustituirle y que pudiera cubrir el hueco de una persona de la trayectoria de Gabilondo, con quien el partido se siente en deuda. De hecho, cuando le preguntaron por un posible sustituto evitó desvelar el misterio: «prefiero no quemar las naves antes de llegar a puerto», dijo con su habitual prudencia y moderación.
Se habla de muchos pero todos de bajo perfil. No tienen, esa es la cruda realidad, nadie capaz de cubrir ese puesto y peor ahora que ha quedado muy claro que el Sr. Sánchez aborrece Madrid, los madrileños, la Cibeles y hasta la mismísima Puerta del Sol.
Mucho tendrán que cambiar las cosas para que Ferraz encuentre alguien que pueda explicar a los futuros votantes la serie de agravios comparativos que la Comunidad Madrileña está sufriendo por parte del gobierno y sobre todo del Presidente.
Hay que sacarlo como portavoz de la asamblea de Madrid. se pensó situarlo como futuro Defensor del Pueblo o en algún ministerio pero entre los repartos con sus socios de coalición y la complicada renovación del Consejo General del Poder Judicial, ambas posibilidades son impensables.
Lo peor es que tampoco tiene un sustituto con peso específico suficiente para hacer frente a la Sra. Ayuso ni existe en el partido suficientemente curtido para hacer dupla en el Ayuntamiento-Comunidad.
La tragedia del PSOE en estos momentos es que no dispone de un candidato claro que pudiera sustituirle y que pudiera cubrir el hueco de una persona de la trayectoria de Gabilondo, con quien el partido se siente en deuda. De hecho, cuando le preguntaron por un posible sustituto evitó desvelar el misterio: «prefiero no quemar las naves antes de llegar a puerto», dijo con su habitual prudencia y moderación.
Se habla de muchos pero todos de bajo perfil. No tienen, esa es la cruda realidad, nadie capaz de cubrir ese puesto y peor ahora que ha quedado muy claro que el Sr. Sánchez aborrece Madrid, los madrileños, la Cibeles y hasta la mismísima Puerta del Sol.
Mucho tendrán que cambiar las cosas para que Ferraz encuentre alguien que pueda explicar a los futuros votantes la serie de agravios comparativos que la Comunidad Madrileña está sufriendo por parte del gobierno y sobre todo del Presidente.
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