Hace menos de un mes, el alcalde de Valencia, Sr. Ribó, henchido de las más nobles ideas cristianas, apostólicas y romanas, critico que Sanidad tardase tanto en limitar el ocio nocturno tras los rebrotes, en su Comunidad del corona virus.
Joan Ribo
El alcalde valoró entonces que "quizá se tendrían que haber hecho antes y no se estaría donde se está ahora." El ejecutivo municipal valoro la resolución de Sanidad que imponía limitaciones de horarios y aforos por la situación epidemiológica en la ciudad, pero consideró que "quizá se tendría que haber hecho antes.
Pasaron aquellos momentos de euforia ciudadana y ahora, en Septiembre, al empezar el curso escolar, con la enorme problemática condicionada por el virus, la dejadez ministerial en dar unas normativas lo suficientemente claras y generales para toda la población escolar (no hay más que ver lo que está ocurriendo en Alsasua, patria chica de la ministra, donde el primer día de clase apenas si se llegó al 1% del alumnado), El Sr. Ribó, tras prohibir a los padres de los alumnos acompañarlos a la entrada, cosa que mayoritariamente hicieron, el, dando claro ejemplo de lo que no debería hacerse, se presenta, con parte de su consistorio, en uno de los colegios, no si sabe si para salir en la foto, hacer lo que no debería hacerse o intentar contagiarse del virus.
Los padres no, Sr. Alcalde, usted y sus acólitos si, dando ejemplo.
Pienso que tal desobediencia a lo que se dicen, regulan y multan, debe ser una de las características de los gobernantes valencianos. Hace poco, lo debo recordar Sr. Alcalde, su Presidente autonómico y algunos Ministros que veranean en la zona, aparecieron, en las redes sociales juntitos y sin mascarilla. Sin duda mostrando lo que obligan hacer a la ciudadanía.
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