De ridículo en ridículo

La mala sangre le nubla la mente, bueno, a él y al resto de componentes de su Consejo de Ministros. Pudiera ser que el coronavirus aspirado en la manifestación del 8-M no les hubiese afectado a los pulmones pero si al cerebro, cosas de la ciencia.

Tales han sido los efectos del Civid-19 sobre su entelequia, que el símil de Felipe González, comparándolos con los personajes del camarote de los hermanos Marx, se está quedando corto, muy corto diría yo.
El afán de unos por destruir Madrid, que nunca les voto, la obsesión de otros por acabar con la Monarquía, la incompetencia medica de todos los de la mesa, sumada a la jurídica, de los teóricamente expertos en derecho, pues da la impresión que terminaron sus carreras copiando o plagiando, ya que pasan los días metiéndose en todos los charcos judiciales con los que tropiezan, el caso es que no atinan ni una.

Presidente del Gobierno

Acaban de confinar Madrid y dos de los del Consejo salen de la capital, los ministros Illa y Celaá, a sus respectivas tierras: Cataluña y el País Vasco, lo deben hacer para dar ejemplo. El Presidente y varios de sus acólitos se van a Portugal, sin duda para airearse. Los madrileños no pueden salir y las multas les están cayendo a mogollón.
Y los dictámenes de los jueces. Bueno, pues el chico Sánchez se los salta a la torera. Es el suyo el único gobierno de la democracia que en menos de un mes ha sido advertido por la justicia por la nefasta aplicación de las leyes. La fiscalía general anda perdida entre lo que él dice (ha puesto a dedo a Lola, la Fiscal General) y lo que debe fiscalizar.
Las normativas dadas por él y los gobiernos autonómicos (Aragón y Madrid) para controlar la expansión del virus, están tan mal articuladas que, a los quince días, el CSPJ las tumba por incorrectas. Encima advierte al Ejecutivo que tiene que aplicar la ley, por el mismo dado.
Que cerca está el Sr. Sánchez de la dictadura a la que tanto aspira su vicepresidente (la comunista). Miente en sus razonamientos, discriminas las Comunidades, altera las estadísticas, presenta solo aquellos datos que perjudican, nunca los que favorecen, deja que su inmanejable camarote de los hermanos Marx haga, diga y ofenda cuanto le venga en gana.
Ya ni sus socios, no amigos, de la Comunidad Europea empiezan a tener dudas sobre su gestión de la pandemia, las vías de cómo afrontar la recuperación económica y la capacidad para gestionar los fondos europeos, preguntándose si el país (el nuestro) está lo suficientemente preparado para gestionarlos correctamente.
Eso si machacar a la Presidenta Ayuso lo hace divinamente, junto al experto en medicina Sr.Illa y sin tener en cuenta aquello de la igualdad de lo que tanto presume su ministra compañera de su vicepresidente.