martes, 20 de octubre de 2020

Lo que es cumplir lo que legislan, nunca

Hay que reconocer que ideas sí tienen. De eso a llevarlas a la práctica va un mundo.
Por alguna razón difícil de comprender, tanto como la transmisión y contagios del coronavirus, del que se dijo al principio del verano que moría o casi desaparecía con la llegada del calor y hoy nos enteramos desde, en China, que una de las vías de transmisión son los productos congelados en los cuales el “bicho” viaja vivo a más de veinte grados bajo cero, a nuestros políticos les sucede algo parecido.
Al principio decretaron el salario mínimo, luego se dieron cuenta que los trámites burocráticos para conseguirlo eran de lo más farragosos, que en muchas comunidades autonómicas ya existía este tipo de cobertura y una eliminaba a la otra, aún no estaba contemplado en los Presupuestos , en consecuencia , un lio para solicitarlo y otro para conseguirlo.


Los ministros de Seguridad Social y Trabajo, José Luis Escrivá y Yolanda Díaz
Luego, al inicio del estado de alarma los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) fueron el balón de oxígeno para miles de empresas durante lo peor de la pandemia. Son ya más de siete meses de despidos temporales, que alcanzaron su pico durante el confinamiento con más de 3,4 millones de trabajadores en esta situación. Desde entonces se han logrado reincorporar una cantidad amplia de ellos pero todavía muchos permanecen «hibernados». Nadie del gobierno sabe qué hacer con ellos
La lentitud de los Servicios Públicos de Empleo Estatal (SEPE) anticipa un nuevo caos de impagos en las prestaciones. Es imposible, como en el caso de los ambulatorios médicos, contactar ni presencial n telefónicamente, con ellos y cuando se logra te dan cita para el año próximo.
Finalmente, para terminar de fulminar a los ministros de Trabajo y Seguridad Social, el número de empresas que se están declarando en suspensión de pagos se ha disparado hasta el 55% , o sea que más de la mitad de las empresas pasan por graves dificultades económicas.
La inesperada ola de concursos de acreedores, que supera el 200% en Madrid, sorprende al Colegio de Registradores, que detecta también una caída del 39% en los esfuerzos de capitalizar empresas.
Hay pocos observatorios en España como el Colegio de Registradores para detectar si llegaran y cuando, los ansiados brotes verdes para la economía. Sus equipos de trabajo pensaban que afloraría ya en enero, pero al no controlar el Gobierno la crisis económica y andar politiqueando con la sanidad y la justicia, este tema se les ha ido, de nuevo, de las manos. La quiebra empresarial se ha adelantado de forma muy preocupante y los concursos de acreedores crecen exponencialmente.
Brotes negros y no verdes es lo que se espera surja en nuestra economía con la llegada del nuevo año, mientras el Gobierno, eso si, todos juntitos, siga investigando que le paso al móvil de la amiguita del Vicepresidente Iglesias, primero robado, luego perdido y por último de nuevo en sus manos.
Sin duda esto es lo más importante para el País.

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