No
sé si el gobierno va metiendo la pata, por incompetencia, en todas las
gestiones que hace, o es una estrategia hábilmente montada, para distraer
nuestra atención. En cualquier caso es digno de reseñar.
Ignoro
cuándo se instauro la carrera Diplomática, lo que si se es que nuestra Ministra
de Asuntos Exteriores no la tiene. Y así le luce el pelo. Tampoco conozco las
relaciones de la ministra y el ministerio, pero habiendo tratado a muchos
diplomáticos, deben ser malas.
Arancha González
Laya
Es
un cuerpo muy peculiar, donde el escalafón es su norma sagrada por excelencia y
el conocer no solo nuestra política y costumbres es primordial, sino la del
resto de países del mundo, es algo que enseñan en la Escuela y que la Ministra
no ha estudiado. Así va por la vida pisando todos los charcos del camino.
Después
de su viaje sorpresa a Gibraltar, para hablar, de nada, con Fabián, no solo ha
logrado enfadar a los ingleses sino que ha conseguido nos apliquen una
cuarentena y nos hundan el turismo. Todo con el beneplácito del Dr. Simón,
echándole un capote y diciendo en televisión que tal medida le parece acertada,
Ahora se va a Turquía y vuelve a meter la patita.
Mevlut Cavusoglu
Los
Servicios de Documentación del Ministerio suelen ser de lo más eficaces y los
informes que remiten para cualquier viaje, al menos, hay que leérselos.
Que
Laya, nuestra Ministra de Exteriores proponga en Ankara que su templo de
Santa Sofía, recién abierto como mezquita, «mantenga
su espíritu de casa común para cristianos, católicos y musulmanes», es algo
que cualquier diplomático, ni uno recién salido de la Escuela, haría.
El ministro turco de Exteriores, Mevlut
Cavusoglu se apresuró a desautoriza a González Laya sobre Santa Sofía,
respondiéndole, en plena rueda de prensa,: «No
estamos de acuerdo, otras creencias no podrán a venir a rezar». Un tremendo
varapalo que pone en manifiesto nuestro descredito en política internacional.
Cosas como estas nunca le sucederían a D. Fernando
Morán López, diplomático,
escritor y político español militante del Partido Socialista Obrero Español, que desempeñó el cargo de Ministro de Asuntos Exteriores entre 1982 y 1985, durante el primer
gobierno presidido por Felipe González, de él se contaban todos los chistes y meteduras de pata
de la época, según las lenguas de doble filo para no entrar así en la labor del
Gobierno. Él las tomaba con humor era, aparte de Diplomático de carrera,
asturiano de pura cepa. De Avilés para ser mas exactos.