Sr.
Monedero, Sr. Echenique, se acuerdan del 7 de enero de 2015 en Paris, cuando dos hombres enmascarados y armados con
fusiles de asalto y otras armas entraron en las oficinas del Semanario Charlie
Hebdo. Dispararon hasta 50 tiros, matando a 12 personas e hiriendo a otros 11
al grito de «Al·lahu-àkbar» (‘Alá es [el] más grande’) durante el ataque. También mataron
a un oficial de la Policía Nacional de Francia poco después. Los asaltantes se identificaron como
pertenecientes a Al-Qaeda en la Península arábiga (la rama de Al Qaeda en Yemen), que asumió la responsabilidad por el ataque. Otras
cinco personas murieron y once resultaron heridas en tiroteos relacionados posteriormente.
Portadas del Semanario Charlie Hebdo
Todo,
por una o varias caricaturas sarcásticas del Profeta Mahoma. Los fanáticos
islamistas regaron con sangre los locales del seminario humorístico francés.
Hoy
leo que dos importantes dirigentes políticos de, Podemos, animan e incitan a
sus seguidores hacer lo mismo con los humoristas gráficos de “El Español”. Por
la misma razón que los islamistas, sacar un dibujo humorístico de su máximo
jefe, el Sr Iglesias. En este caso el chiste se relaciona con el lio que tiene
montado con cierta tarjeta de memoria telefónica, ahora volviéndose en su
contra. Como diría aquel castizo, “Se
está dando un tiro en el pie”.
El
Sr. Monedero imagina que tal viñeta
“incita al asesinato”, ¿de quién?, del humorista, tal vez por reflejar un
rumor extendido en la calle, o quiere imitar con su muchachada los islamistas.
El portavoz
de Unidas Podemos en el Congreso de los diputados, Sr. Echenique, no solo
despotrica contra el semanario que la publicó sino contra aquellos medios que
la difundieron. Escribe algo tan peregrino como: “qué ocurriría en España si un
dirigente de PODEMOS publicar en redes un dibujo de un tiro en la boca a Pedro
J". Ya lo está haciendo usted, Sr. Echenique escribiéndolo y
dando bula a sus seguidores a tomarse la venganza por su mano.
Ilustración
grafica
La
ilustración a la que ambos hacen referencia, es, en realidad, una sátira sobre
las mentiras utilizadas por Pablo Iglesias en el caso Dina y la consabida
tarjeta de memoria telefónica.
Los
ataques de Juan Carlos Monedero y Pablo Echenique recuerdan a otros muy
similares llevados a cabo por Podemos con el objetivo de amedrentar a
los periodistas de la prensa escrita o gráfica, de forma que se abstuvieran de
investigar y/o criticar determinados hechos que los líderes de la
formación morada consideraban perjudiciales para su imagen.
Con
estas tácticas de acoso y derribo se están acercando mucho, pero que mucho, a
las empleadas por los fundamentalistas islámicos contra las instalaciones
periodísticas, como en su día fue el Semanario Charlie Hebdo.
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