Nunca
tuvo tanto poder y jamás consiguió tan pocos votos. En Galicia, sin ir más
lejos, ningún diputado autonómico, y eso que, en 2016, tenía 14.
Podemos
se está hundiendo. Ha conseguido el poder, que el presidente Sánchez les ría
sus gracias, le aguante sus salidas de tono, tener poder y presencia en el
Consejo de Ministros, pero ha perdido la clientela pública. Ya no le votan. Al
margen de decantarse por la prensa rosa, atacar a los medios de comunicación
serios del País, poner lo personal por delante de todo y todos, el mismito ha
ido, lentamente cavando su tumba.
Campaña Gallega
2020
Si
nos fijamos en el primer gran mitin popular, su Congreso de Vistalegre en 2014
y lo comparamos con la cúpula actual del partido, notamos que los primeros han desaparecer de la
foto, al margen de Monedero, por sus problemas con Hacienda y sus enjuagues con
Venezuela, fueron sus fieles de la Comunidad de Madrid que siguieron a Iñigo
Errejon y Luis Alegre. Ellos, junto a Tania Sánchez, su ex, y Rita Maestre, su
asentaron en la capital y ahí siguen:
usted los perdió.
Poco
más tarde los andaluces, comandados por Teresa Rodríguez y José María González
Santos (Kichi), quienes arrastraron al grupo anticapitalista de Miguel Urban y
todos ellos abandonaron las márgenes floridas de los podemitas para vivir a su
aire.
Los
gallegos de Carolina Bescansa y las Mareas regresaron a su tierra, en donde,
sin su ayuda, Podemos acaba de sacar cero (0) diputados. Catalanes, vascos y
valencianos se han constituido como grupos independientes y, también lo han
dejado en la estacada.
Hay
una cosa clara lo de usted, Sr. Iglesias, no es ir por ahí haciendo amigos,
Bescansa, Alegre, Monedero, Iglesias
y Errejón, en el congreso de Vistalegre en 2014.
Si
no recuerdo mal en el primer gran desencuentro con el sector madrileño,
comandado por Luis Alegre, fue su fracaso electoral en ciertas elecciones
capitalinas lo que certifico la fulminante destitución de casi todos ellos. Usted, entonces lo
justifico con aquello de quien pierde, no tiene cabida en su partido. Ellos se
fueron. Usted, que ahora ha perdido algo más que el nombre, se va a ir también. O con usted no rigen sus
propias normas.
No,
no se va a ir. Esta cómodamente asentado en el poder, alimentando, con su amigo
Sánchez, a los partidos de extrema izquierda y separatistas quien son los que los
fijan en sus poltronas, cobrando, eso sí, excelentes sueldos, mientras el
fantasma del paro y la debacle económica ensombrece este verano a miles de
españoles. Todos esos a los que aún no les han dicho que piensan hacer para
sacarnos del hoyo, ahora que dentro de la Unión Europea tienen un peso político
como Luxemburgo o Chipre.
Va
seguir, Sr. Iglesias, atacando a la
monarquía o buscando tarjetas
telefónicas de memoria.
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