miércoles, 5 de agosto de 2020

Deberían pasarse el agua

Cierto economista, tertuliano de televisión comento, antes de llegar Sánchez al poder, que los gobiernos socialistas nunca han manejado los temas económicos y laborales con acierto, mejor dicho, siempre, por causas ajenas, se les ha ido de la mano y han tenido que ser los gobiernos populares quienes luego reajustasen ambos temas para que, otra vez los socialistas los hundieran.
González dejo, al salir, un paro galopante y unas arcas exiguas, de Zapatero, mejor no hablar, pienso que ni hoy reconoce la crisis que destruyó el país y su entramado laboral. Sánchez, hay que reconocerlo, ha tenido mala suerte pero las consecuencias son las misma, o peores.
De entrada dejo los temas laborales y de creación de empleo en un peón, mejor peona, de Podemos cuya única obsesión era destruir todo lo creado por el ejecutivo anterior. No retocarlo, mejorarlo, hacerlo más ágil. Ella quería y sigue queriendo, destruirlo, sin tener nada conque sustituirlo.

Yolanda Díaz
En esas andaba la buena de Yolanda Díaz cuando llego el coronavirus.
Hoy tenemos 1,1 millones de empleos perdidos en un solo trimestre. El dato no tiene precedentes en la serie estadística. Ni en los peores momentos de crisis anteriores se encuentra un golpe de esa magnitud, lo que no es poca cosa en un país como España, tristemente acostumbrado a rápidos ajustes laborales a base de destrucciones masivas de empleo. Ese golpe ha dejado el número total de ocupados en 18,6 millones, según la encuesta de población activa (EPA) divulgada este martes por el INE.
La consecuencia directa de esto implica un auténtico desplome de la población activa, que ha pasado de 22,9 millones a 21,9 millones. Un movimiento de este calibre es totalmente atípico entre quienes están en edad y disposición de trabajar, pues la evolución de este grupo, ligada tanto a los vaivenes de la economía como a fenómenos demográficos y migratorios, suele ser más lenta que otros indicadores laborales.
Ni a la Ministra ni al Gobierno parece preocuparles estos datos, serán que están acostumbrados a ellos. Solo hablan de las ayudas europeas, del reparto de la pasta, de lo buenos que son pidiendo limosna, de sus nefastos gestores incapaces de domeñar esta pandemia que está demoliendo al País, encima con su visto bueno y con los aplausos encendidos de sus fieles en el Congreso de los Diputados.
Sra. Ministra vaya algún gabinete exotérico y que alguna buena brujita le pase el agua y sus problemas, o parte de ellos se arreglen. Todos saldremos ganando.

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