miércoles, 19 de agosto de 2020

Otoño caliente

Mis sobrinos ya  han pedido un ordenador, a ser posible grande, para su comunión en septiembre (no pudo ser en mayo por aquello del coronavirus). Sera un regalo muy útil ya que, si nadie lo remedia, menos aún la ministra del ramo, los niños pasaran otro curso “on line”, sin compañeritos, maestros reales, juegos en el patio, castigos y deberes. Sin duda ese ordenador, que no regala el gobierno pero que si obliga a usar a los niños, les será de suma utilidad. Lo acompañaré con un surtido de mascarillas y geles hidroalcoholicos, ya que, como duermen en la misma habitación y se pasan el día a la gresca, el día menos pensado, como todos los años, se contagian de piojos.
Isabel Celaá
La ministra Celaá garantizará una vuelta al cole segura para los 8,2 millones de estudiantes desde infantil a bachillerato y FP, en un contexto en el que brotes y contagios continúan su escalada ascendente por todo el país, se plantea un reto sin precedentes para las comunidades autónomas. La intención de todas convergen con la de la ministra: “Las escuelas deben estar abiertas en septiembre”. Para lograrlo, el Gobierno ha movilizado un fondo extraordinario de 2.000millones de euros entre las autonomías para afrontar la reapertura de las clases y otros 260 millones para la distribucion de 500.000 didpositivos electronicos para las aulas públicas.
Entre las medidas comunes se encuentra el refuerzo de la plantilla de profesores, combinar clases online con presenciales en el caso de un nivel de alerta mayor, mascarillas cuando no se puede cumplir la distancia de 1,5 metros para los mayores (ESO, bachillerato y FP) o grupos burbuja de hasta 25 alumnos para los más pequeños (Infantil y Primaria).
En Asturias se tendrá jornada continua sin actividades extraescolares y presencialidad siempre que el virus lo permita. Se contratará a 400 profesores más, y se ingresaran 30 millones de euros.
Al día de hoy por los centros de toda España circulan papeles con recomendaciones generales: que los colegios se hagan con acopio de mascarillas y geles hidroalcohólicos, que se marquen y señalicen rutas diferenciadas de entrada y de salida al centro, que se separen pupitres al máximo posible y que las ventanas de las aulas permanezcan abiertas durante todas las clases (se aconseja regalar bufandas a los alumnos más jóvenes). Y un protocolo improvisado para que padres y abuelos vayan a buscar al colegio a sus hijos y nietos de forma segura.

A la entrada de Septiembre nadie sabe a ciencia cierta si el curso arrancará de forma presencial o telemática si la actual curva de contagios sigue indomable. Mientras la ministra Celáa parece estar de vacaciones ajena al caos que se avecina. Y no será porque no lleven semanas advirtiéndoselo.
Mi señora y yo, que somos más previsores que la política, empezaremos ya regalando ese soñado ordenador y esas malignas mascarilla, para que los niños disfruten.

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