Mejor todas calladitas.

No sé si el calor del verano o el largo confinamiento decretado por nuestro Presidente, está afectando negativamente el raciocinio de nuestras mandatarias políticas. De la noche a la mañana, probablemente en un ejercicio de imitación, están tomando, con un rigor cómico, los comentarios que sus jefes hacen a la opinión pública.
Tal vez por simpatía o cariño, a su ministra Montero que, para demostrar su amplia cultura feminista, habla de las “Fuerzas y Cuerpas de la Seguridad del Estado”, o confunde a las actrices de 13 Rosas Rojas con las auténticas protagonistas de los hechos, su adlátere. la edil de Unidas Podemos en el Ayuntamiento de Alicante, Vanessa Romero protesto contra el aire acondicionado del consistorio diciendo «Que estemos ahora pasando frío nosotras es un micro machismo». Que cosas se le achacan al machismo.

Ana González. Alcaldesa de Gijón

O la Alcaldesa de Gijón, profesora de profesión pero, sin duda, doctora en leyes y jueza “Cum lauden”, que en su caso, afectada por el calor reinante y la organización de la Playa de San Lorenzo, se dedica a cambiar el nombre de las calles de su ciudad en el que aparece D. Juan Carlos I. Esta sabia mujer no habrá tomado nota de lo que paso en Oviedo, y lo de la memoria histórica le debe sonar a música celestial. Rey Emérito, con el que tanto se mete, no ha sido juzgado y mucho menos condenado,

Como debe pasarse el día acotando el área de uso de San Lorenzo, tampoco habrá escuchado lo dicho por su Vicepresidenta al respecto. La sufrida Carmen Calvo, de gira por Asturias, no ha debido convencerla con sus razonamientos

 

La sufrida Alcaldesa debe ignorar que el Palacio en el que veranea su Jefe de filas, el Sr. Sánchez, propiedad de Patrimonio nacional, fuel un regalo personal del Rey a la Nación y ha sido usado por todos los Presidentes socialistas desde entonces.

Sra. Ana González, deje de marear la perdiz, deje quietitas las calles como están, espere que más altas instancias haga y dicten lo que sea justo y necesario. Dedíquese a parcelar la playa, a multar a los incumplidores, a cuidar de su ciudad y sus habitantes, para lo otro no tiene ni estudios, ni poder legal que la justifique.