sábado, 15 de agosto de 2020

Votamos al PSOE, votamos al paro

Primero votamos, luego, nos enfadamos con los resultados, vamos contra lo que nosotros mismos hemos hecho.
Durante las campañas y precampañas los partidos y sus jefes nos ofrecen el oro y el moro, el cielo en la tierra.
Al estar en el poder hacen lo que siempre han hecho, lo contrario.
Los del PSOE, al igual que los talibanes, su primera y principal actividad es destrozar todo lo que hizo el gobierno anterior, lo hace porque si, ya que en la mayoría de los caso no tiene una alternativa mejor ni más positiva.
La educación hay que cambiarla, ¿Por qué?, la economía también, y la sanidad. Hay que crear empleo, ellos que jamás crearon uno, hay que derogar lo anterior.
Luego pasa lo que pasa. Los gobiernos del PSOE se caracterizan, entre otras cosas, por sus nefastos resultados en materia de empleo, ya que sus distintos mandatos a lo largo de la democracia han concluido con una tasa de paro más alta de la que se encontraron a su llegada al poder

Los gestores socialistas, desde su instauración en el poder allá por 1982, han sido una engrasada factoría de creación de paro.
El Ejecutivo de Felipe González se saldó con más de cinco puntos adicionales de paro, hasta superar el umbral del 22 por ciento. Con González, como presidente del Gobierno, la tasa de paro en España era del 16,61%. Trece años después, ese porcentaje había subido hasta el 22,17% (3.641.900 desempleados en el segundo trimestre de 1996).
El Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero vivió dos etapas muy diferentes en sus once años de vida. La primera de ellas, desde su toma de posesión en abril de 2004 hasta finales de 2006, en la que la tasa de paro llegó a caer al 8,26%, el dato más bajo desde hacía 28 años. Sin embargo, la crisis económica y la mala gestión del Ejecutivo propiciaron un quinquenio horrible para el mercado laboral. En el periodo 2006-2011, la tasa de paro casi se triplicó, pasando del mencionado 8,26% al 22,56%.Los dos gobiernos de Zapatero sumaron 3.3,04 millones de desempleados mas, hasta los 5.287.300, y la tasa de paro subió del 11,50% al 22,56%.
Estos resultados no son casuales, como tampoco lo es el hecho de queExtremadura y Andalucía, tradicionales feudos socialistas, sufran un paro muy superior a la media nacional desde hace largo tiempo.
La firme apuesta del PSOE por la rigidez laboral, el desmesurado activismo sindical, el clientelismo político, la elevada presión fiscal y las constantes trabas al crecimiento empresarial siempre termina igual, dificultando la creación de riqueza y empleo.
La receta que ofrece Pedro Sánchez no es diferente. Sus manidas «políticas sociales» significan justo lo contrario, ya que no hay nada más antisocial que el paro
La reforma laboral y la recuperación económica en la que España ha sido una de las locomotoras europeas ocasionaron un aumento del empleo entre 2013 y 2018. En el segundo semestre del año pasado,cuando Rajoy tuvo que abandonar el Gobierno, había 3.490.100 parados , con una tasa del 15,28%, la mas baja en 10 años. Si comparamos estos datos con las cifras históricas de comienzos de 2013 se observa que el número de desempleados se redujo en 2,788 millones y la tasa de paro en un 11,66%.
Del Gobierno de Pedro Sánchez solo hay datos del segundo semestre del 2018, en el que la tasa siguió bajando hasta el 14,45% y los desempleados hasta los 3.304.300 personas.
Los políticos siempre tienen miles de razones para justificar su nefasta actuación, en este caso con el paro la cruda realidad es que el PSOE lleva siempre a España a la ruina.

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