martes, 18 de agosto de 2020

Quien a buen árbol se arrima…

De algo hay que vivir. Ferreras, director de un programa de la Sexta, ya lo dijo un día en televisión: “Yo soy rojo de izquierdas” así que no hay que espantarse. Como buen camarada defiende a los suyos. Tengan o no la razón y habla y habla de los contrarios con los mismos argumentos. Si algo hace la derecha, es un pecado capital, si lo mismo hacen sus amigos de la izquierda es una banalidad intrascendente.
Si algunos de sus contertulios, todos de su mismo pelaje político, suelta en directo una marra machada, o aventura algún resultado electoral, luego totalmente erróneo, algo que paso recientemente en las elecciones gallegas, siendo una metedura de pata hasta el corvejón, se justifica diciendo que fue un pequeño error de las estadísticas ligado a la pandemia que nos azota y nos hace perder el sentido. Ellos, los de izquierdas no se confunden nunca, están continuamente en posesión de la verdad. No podría ser de otra forma.
Todos robaban menos Pujol, ¿qué le daría? Todos eran corruptos menos los de Podemos, ¿qué le harían?
El presentador defiende a Podemos y a su personal cuando militan en el partido, luego, cuando salen de él son chaqueteros, corruptos y defraudadores.


¿Qué va a responder a la pregunta del periodista y escritor Alfonso Ussía a Antonio García Ferreras, director de La Sexta, tras la imputación de Podemos: “¿Ferreras va a dedicar su programa a la corrupción de Podemos?”.
Seguro que nada, su niño bonito, no es corrupto, es algo así como un angelito bajado del cielo, no amaña contabilidades, no destroza teléfonos móviles, no contrata y despide a sus trabajadores en función del aire que sopla.
No, Ferreras no dedicara ningún programa a la corrupción de Podemos, nunca lo hizo con Pujol, ¿tal vez por ser catalán?, ni lo hará jamás contra los que aun haciendo lo mismo que los anteriores, son, como el, de izquierdas.
En ética periodística debió suspender y eso llamado justicia ni le suena.
Está claro que en este tumulto de actuaciones judiciales contra Podemos, previstas para este otoño, en su programa televisivo seguirá siendo la pandemia el tema prioritario y las causas del no control de la misma, la falta de obediencia, el ocio nocturno y los bares de copas, en conclusión que todo es culpa del pobre ciudadano de a pie que mayoritariamente ha quedado en el paro. Del que tampoco habla.

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