domingo, 14 de junio de 2020

Adiós turismo, adiós.

Entre lo que nos cuenta la OCDE y nuestro Banco de España, de cómo trata el Gobierno al turismo patrio y cómo lo tratan nuestros países competidores, hay un abismo.
Si a esto se le suma el andar por libre de las diferentes autonomías, todas detrás del dinero que viene con él, da la impresión que vamos hacia un caos monumental.
Al vivir en el Norte, gozar o sufrir de un tiempo frio y desapacible, no vemos la repercusión de la llegada masiva de turistas, por esta razón casi nunca han decantado brutalmente nuestra economía. Allí donde esto no sucede, si.
En Asturias hoy llueve y hace frio. Lo mismo que en casi todo el Norte. El Oviedo jugo ayer bajo un aguacero y la gente, como dice el chistoso del pueblo,  espera que llegue el día en el que empiece y termine la estación veraniega (el año pasado cayo en miércoles). Bromas aparte da la impresión que nuestro verano será localista, de Navia a Llanes, o como mucho de Galicia a Cantabria.
Pero en el Mediterráneo, en las islas, en el Sur, ¿Qué pasará si el turismo no llega? Sera la debacle, crecerá el paro y bajara el dinero.
No sé, por eso no soy el Gobierno, si este tiene más miedo a ello o a un rebrote de la pandemia, pero el caso es que lo tiene. Si el día en el que los once mil alemanes lleguen a las Baleares hay un aumento de contagios,  los responsables, al margen de echarse la culpa unos a otros: Autonomías versus Gobierno, lo primero que harán será cerrar el País por todas sus fronteras, diga lo que diga la Comunidad Europea y el colapso económico será peor.
Grave dilema Gobierno, seguro en ni en sus peores sueños, en aquellas noches de insomnio que profetizaba el Sr. Sánchez si gobernaba con Podemos,  lo habría imaginado. Entonces y ahora, solo deseaba el poder, los problemas no, el figurar, ser el mejor, hoy se encuentra ante la tesitura, no de ser el peor, sino de ser aquel Presidente que destrozo España.
Buena cosecha y buen currículo para la historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario