jueves, 18 de junio de 2020

Se acuerda, Sr. Iglesias.

Admito, Sr. Iglesias que a usted, al igual que sus compañeros de Gobierno, esos de las sumas y las restas, le cae un poco grande, es de letras y, como decían en mi juventud, lo de la matemática era solo para los de ciencias, pero memoria, para lo que quiere, si la tiene y así lo demuestra a menudo en el Parlamento.
Irene Montero y Pablo Iglesias
Para lo que le molesta no la tiene. Recuerda cuando en el 2013 y 2014 proclamaba a voz en grito aquello de “La Guardia Civil… esa institución burguesa que protege los intereses de la clase dominante. Nosotros hacemos política masculina, con cojones”, que bonito, con un par de testículos. También arengaba a sus fieles con ideas tan luminosas como :“Supongo que muchos de vosotros sabréis perfectamente fabricar cócteles Molotov, de los que incendian y explotan, sabréis hacer barricadas, que hay que correr en dirección prohibida de la policía (..) Os estaréis entrenando porque se avecina una crisis terminal del capitalismo y tendremos que estar preparados para tomar las armas”. Eran otros tiempos.
No poseía un casoplón en Galapagar que costo su pasta, ni era el diputado que más ganaba en el parlamento, ni vivía en pareja con su compañera, ni tenía tres hijos, ni era, como lo es ahora un burgués, alguien de aquella “casta” contra la que despotricaba entonces
Ahora es Vicepresidente y su pareja Ministra. Tiene una preocupación, o quizás más, un caserón envidia de muchos y una cola enorme que se la pisa. Desde hace unos meses cuenta con una patrulla de la Guardia Civil que vigilan su morada de Galapagar (Madrid) durante las 24 horas del día. Ahora los agentes de la Benemérita ya cuentan con su propia garita, que era una de sus reivindicaciones desde que el pasado mes de octubre el Ministerio de Interior decidiera poner seguridad permanente en la vivienda de lujo de los líderes de Podemos. Al día de hoy, ya no despotrica contra la benemérita que le cuida y protege, como a la clase dominante, ¿es usted esa clase dominante?. Que poca memoria, Sr. Iglesias, o que hipocresía la suya.
Chalet de lujo del matrimonio Iglesias en Galapagar, custodiado por la Guardia Civil
Vigilar su chalé de Galapagar se ha convertido en una prioridad para la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid. Pero mantener su tranquilidad vital está suponiendo un coste de recursos tan considerable que perjudica a la seguridad de varios municipios de los alrededores, a ustedes tortolitos les da lo mismo, que pague el Estado. En su curiosa protección están destinados muchos de esos agentes de la zona, en su opinión para detener lo que los suyos hacían cuando empezaron: caceroladas, escraches, algaradas, evitando con ello cuidar y proteger al pueblo, eso que pregonaba a bombo y platillo cuando empezó y aun no era rico. Ahora es otra cosa ahora, Sr. Iglesias, es clase pudiente y como tal las fuerzas de seguridad deben protegerlo del pueblo, ese pueblo al que usted y su pareja, tanto aman.

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