Verdad que si la sabia; no mienta, Sr. Presidente,
acepte que la orden de destitución del Coronel la conocía, y no solo eso,
estaba de acuerdo con ella, había que apoyar a su mujer, enfermita la pobre.
Han urgido ustedes tantas mentiras, tantos engaños que
ya no se acuerdan de las verdades y las mentiras. No hay problema, como el Sr.
Presidente no tiene ni honor ni pudor , se vende a cualquiera por un voto,
cambia de parecer en función del aire que sopla, usted Sr. Ministro, le imita.
Un día se apoya en algo que pensó, al siguiente, en otra cosa, es usted un
veleta, con cuidar su culo le es suficiente
Al Congreso, al Senado, tienen respeto alguna de las
instituciones o se ríen de ellas, como lo hizo la Ministra Montero en la
televisión vasca” Sabia lo de la pandemia
en España, pero le daba lo mismo”. Peor. Ustedes lo defienden, lo
justifican, se olvida de quienes por esas insensateces, murieron. Pero que más
les da, no eran ustedes, eran otros.
He visto las sesiones parlamentarias y he sentido vergüenza.
No de la oposición, ni de aquellos a los que llaman extrema derecha, pero
votados más españoles que su cayado en el gobierno de los podemitas, ni de los
defensores terroristas, me he sentido sucio al ver que quienes democráticamente
nos gobiernan, mienten, engañan, tergiversan la realidad, dicen un día una cosa
y al siguiente la contraria. Veo eso, contemplo que no se les cae la cara de
vergüenza, que salen del hemiciclo con una amplia sonrisa bajo su azulada, no
roja, mascarilla, que pasaran la noche componiendo una mentira mayor. Por
desgracia ya se han olvidado de la crisis económica que se nos avecina. De eso
no hablan, porque no saben o por estar viendo como tienen la culpa la oposición
que no gobierna. Hala majos, a seguir durmiendo en el mismo colchón.
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